Un cuadro es un elemento fundamental de la decoración que consigue dotar a cualquier espacio de personalidad propia. A través de sus motivos, colores y texturas comunican un mensaje que cada uno interpreta diferente según sus impresiones y experiencias, permitiéndonos incluso llegar a “intuir”, de alguna manera, la personalidad de quien habita ese espacio. Por eso es importante tomarnos nuestro tiempo para elegir su diseño, ya que se trata de un objeto que nos acompañara y veremos continuamente como a un miembro más de nuestro hogar.